Fundamental para garantizar el abastecimiento en todo el mundo, el transporte de alimentos en Brasil se realiza actualmente con alrededor de 3,5 millones de camiones por carreteras, según la Secretaría Nacional de Tránsito de Brasil.

Además de permitir la distribución rápida y eficiente de productos agrícolas frescos, asegurando la entrega antes de que pierdan calidad, el transporte de alimentos promueve la accesibilidad a las regiones más remotas de los países, donde también hay un aumento de la densidad poblacional.

Sabiendo que es fundamental para el funcionamiento de un país, Descartes explica a continuación la logística del transporte de alimentos. ¡Sigue leyendo!

En Brasil, el transporte de alimentos está regulado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, ANVISA, en la Ordenanza nº 326. La ley establece prácticas de higiene, temperaturas adecuadas de almacenamiento y manipulación adecuada.

“Los métodos de higiene y desinfección deberán ser adecuados a las características de los productos y medios de transporte, aprobados por la autoridad sanitaria competente.” (Departamento de Salud del Estado de São Paulo).

Existen reglas en toda América Latina con el objetivo de garantizar la integridad de los productos, especialmente cuando recorren largas distancias hasta su destino final.

Aunque los nombres de los organismos encargados de hacer cumplir la ley son diferentes, el objetivo es el mismo. En Argentina, por ejemplo, existe la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) y, en México, la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios).

Sin la logística alimentaria, que implica camiones y trenes, transporte por ferrocarril y por mar, pocas regiones estarán conectadas con los centros urbanos, algo fundamental para garantizar un suministro estable durante todo el año.

Los camiones frigoríficos, por su parte, juegan un papel fundamental en este sentido, ya que son capaces de mantener unas condiciones de temperatura ideales durante todo el trayecto.

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Como parte de las tendencias para hacer el sector más sostenible, ha habido un creciente interés en vehículos propulsados por energías limpias, como los camiones eléctricos o de gas natural.

Además, optimizar las rutas e implementar tecnologías de seguimiento puede reducir las emisiones de carbono, contribuyendo a prácticas más sostenibles en el transporte terrestre de alimentos.

Estas son parte de iniciativas que están alineadas con la búsqueda de soluciones ecológicamente responsables para enfrentar los desafíos ambientales globales.

Finalmente, reconocer la importancia del transporte de alimentos es crucial para garantizar una distribución eficiente, promover el desarrollo económico sostenible y garantizar que todas las comunidades tengan acceso a alimentos de calidad en toda la región de América Latina y el planeta.

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